HABITEMOS LAS GRANDES FRASES QUE NOS CONMUEVEN

Actualicémoslas, vivámoslas, hagámoslas realidad ahora en nosotr@s.

«No podemos hacer la vida más larga, pero podemos hacerla más ancha»

Está todo lo que no puedo cambiar… Y en este marco que supone, está todo el margen que me queda para vivirlo, para respirarlo, para verlo, tal vez, si lo consigo, libre de mis condicionamientos mentales, verlo como es. Dejar que me ofrezca lo que necesito ahora para mi siguiente descubrimiento, mi siguiente paso hacia la libertad llena de amor.

 Está el tiempo, ancho como era para una niña en la década de los 80, sin reloj que corra, sin matar el tiempo, viviendo a través del tiempo… ¿Podría vaciarme de actividades y pensamientos, algunos ratos, de forma que el tiempo volviera a ser ancho, pleno de potencialidad, mágico? Como cuando una tapia, una bici, una gata, mi abuela eran mi universo amigo, y un árbol era mi reto, y unas rosquillas mi consuelo, y unas escaleras mi salto al vacío, y un ladrillo calentado en la chapa mi medicina y la noche mi misterio. Cuando cada noche descansaba y me despertaba en un día nuevo.

«He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe»

Intensidad que me llena, vida que me rodea, me acompaña, me llena. «Tantas veces menos es más» . Y aún sabiéndolo, que difícil me resulta elegir menos. Conquistar eso que llaman Aparigraha: no acaparar, no codiciar, sentir fluyendo por doquier la abundancia a raudales, y coger lo que necesito, y sentir el resto fluir, la riqueza. «Se puede hacer todo, pero no todo a la vez». «Vivir es elegir».  Toda la información a mi alcance, y yo repitiendo una y otra vez, sufriendo una y otra vez el mismo error.

«El éxito es continuar de derrota en derrota sin perder el entusiasmo»

Todo lo que puedo conseguir gracias a esta oportunidad de estar aquí, viva, respirando… Todo lo nuevo que puedo descubrir, sentir, hacer mío para siempre. Las respuestas a todas las preguntas. La plenitud que llena hasta la última rendija de todo desasosiego. 

Tan en contacto como estoy ahora con mis limitaciones, a todos los niveles: físico, emocional, mental… Y gracias a esas limitaciones, a través de esplendorosos desastres, dando mis pequeños grandiosos pasos voluntarios , costosos, gozosos, hacia mis sueños…

 Las maravillas me inundan, a cada paso; a veces la desolación no me deja verlas, sentirlas. «Hoy voy ganando, ayer perdí». Si me distraigo lo ahogo al tiempo, mato a la vida, sufro en este erial… Y entonces despierto y me doy cuenta: estoy en la misma oportunidad de siempre, gloriosa.

«El cambio en la percepción de la realidad sólo puede suceder ahora. Uno no escapa a su destino, simplemente deja de hacerle caso… Entonces el potencial inmenso del universo viene a uno, precipitando el amor a todo, transformando el destino en nada»

Gratitud. 

Gratitud hacia mi padre, gratitud hacia mi madre; gratitud difícil de sentir casi todo el rato, como cuando algo está tan cerca que no puedo verlo. Gratitud tan intensa que duele, y no me queda más remedio que ponerme de pie y seguir adelante para dar salida a este inmenso regalo que a veces pesa terrible.

Gratitud hacia mis abuelos; gratitud fácil, ternura. 

Gratitud hacia la generación anterior a la mía, por todo lo que he podido aprender, tener, disfrutar sin remedio, sólo por haber llegado después. Gratitud práctica, que parece fácil de corresponder y resulta imposible, o tal vez no.

Gratitud hacia todas las generaciones anteriores; gratitud lejana, como un eco.

 Gratitud hacia mi hermano, hacia mi amigo, hacia mi pareja, hacia mis compañeros de trabajo o de aventuras; gratitud en presente, vida compartida. Gratitud alegre, ligera, divertida, compartida, viva, efímera y eterna, que me hace sentir frágil, impotente, pequeña, resuelta, derrotada e invencible, acompañada; good luck, take care.

Gratitud a los que vendrán… «Vosotros, cuando llegue el tiempo en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia». Los hijos que no tendré… No puedo hacer la vida más larga, pero tal vez si puedo hacerla más ancha, y dar, amar, querer, acompañar, compartir, dejarme ayudar… Pese a todas mis carencias y limitaciones, más bien gracias a ellas, yo también puedo ofrecer mi tesoro. Nada se pierde, en una vida tan ancha como yo sea capaz de concebir y habitar. 

Gratitud hacia los que son capaces de hacer paz y silencio en ellos, paz y silencio que se derraman a su alrededor, paz y silencio que inundan y contagian paz y silencio… Paz y silencio que regalan oportunidad, que ensanchan el tiempo y la vida; mi agujero en la alambrada, la salida que es hacia dentro. Gracias a ellos que son capaces de hacer paz y silencio en ellos, gracias para mí, gracias para todos los que fueron y para los que serán. Gracias a ellos que son capaces de hacer paz y silencio en ellos, y se comparten y enseñan, procurando diligencia, procurando atención, procurando acierto, para hacer paz y silencio en ellos.

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